La malla de simple torsión también es llamada malla rombo. Tiene una forma de diamante, y se utiliza tanto para cercar el jardín de la casa como a nivel industrial para delimitar fábricas, polígonos industriales, grandes extensiones de terreno, etc.
Está disponible en una gama muy amplia de posibilidades, en cuanto al revestimiento como galvanizado o PVC extruido plastificado, y puede variar en sus dimensiones, como altura o espesor.
Tanto si necesitas adquirir este tipo de malla de simple torsión, como un equipo cualificado para su instalación, no dejes de contar con nuestra ayuda. Además, no importa si tu terreno está ubicado en una zona rural o urbana, pues la seguridad que ofrecen estas vallas es óptima, económica y de larga duración. Lo mejor de todo es que su instalación no es difícil.
Medidas y terminaciones de la malla de simple torsión
La malla de simple torsión de alambre galvanizado con forma de rombo suele ser la más solicitada, ya que ofrece una gran resistencia y flexibilidad. Antes de realizar tu compra, te recomendamos conocer sus variaciones de tamaño y los acabados disponibles.
Por otro lado, las mallas de simple torsión con acabado plastificado son mucho más duraderas que las galvanizadas, ya que resisten más la corrosión. En este tipo de malla el color verde es mucho más frecuente, pues este tono se combina bien con la vegetación.
En cuanto a sus dimensiones, los rombos miden unos 5 cm, pero también podemos encontrar de 4 cm. Estos últimos son perfectos para cercar pistas deportivas, como pistas de tenis o pádel. Por otro lado, son la mejor alternativa para las áreas en donde los fuertes vientos son frecuentes, ya que el aire podrá fluir libremente por medio de sus aberturas.
El espesor del alambre es otro aspecto a tener en cuenta en el momento de comprar este tipo de malla. Por lo general, el grosor más habitual es entre 1,90 y 2,05 mm. Los cilindros miden 25 m de largo con 4 alturas diferentes de 1 metro, 1,50 metros, 2 metros y 4 metros.
Otra de las ventajas de las mallas de simple torsión es que se pueden empalmar con facilidad sin que esto disminuya su capacidad de resistencia. Es por ello que suele ser usada en terrenos irregulares o con diferentes elevaciones.
Usos más comunes de la malla de simple torsión
Como podemos ver, la malla de rombos se caracteriza por su gran resistencia, bajo coste y fácil instalación, por lo que suele ser la mejor opción para cerramientos de todo tipo, desde pistas deportivas, cercados residenciales, cerramientos de parcelas, entre otros.
Instalación de malla de simple torsión
Si estás considerando comprar e instalar una malla de simple torsión, te invitamos a comunicarte con nosotros, pues contamos con personal experto, quienes te ayudarán a seleccionar la malla acorde a tus necesidades y según las condiciones de la zona.
De hecho, es importante destacar que existen ordenanzas municipales que establecen un limite de altura, tipo y hasta el color de la malla autorizada para usar. Si ya tienes en cuenta esta información, te presentamos a continuación, una breve guía de los materiales que necesitarás para hacer la instalación tú mismo sin ningún problema.
La siguiente información es apta para el proceso de montaje con poste galvanizado de tubo de perfil de ala taladrada:
- Malla galvanizada de simple torsión.
- Postes de tubo galvanizado.
- Pata o tornapunta galvanizada.
- Pletina galvanizada.
- Tensores
- Tornillos
- Alambre galvanizado (1,60 mm – 1,80 mm) o en su defecto, grapas.
- Alambre guía (2,60 – 2,70 mm) también galvanizado.
Una vez tengas todo esto listo, seguimos los siguientes pasos para llevar a cabo la instalación:
El primer paso, es instalar un poste galvanizado con perfil de ala, tanto al comienzo como al final de cada tramo del cercado. Usando una pletina galvanizada reforzaremos el primer poste, lo que nos permitirá ensartar la malla. Al mismo tiempo, haremos perforaciones en cada poste usando una pata galvanizada o tornapunta.
De la misma manera, en el poste inicial comenzaremos a añadir las líneas de alambre guía, con estas consolidamos la malla usando los tensores galvanizados para tensarlas correctamente.
Después de instalar el poste inicial, instalaremos los postes intermedios a una distancia de 3 metros de cada extremo. Puedes elegir diferentes tamaños si tu objetivo es anclar a la superficie del suelo o si lo vas a enterrar en el mismo.
Ahora bien, los postes centrales con perfil ala debemos instalarlos a una distancia de 25 metros. De este modo, afianzaremos el vallado, ya que se apoya en dos patas. Luego, seguimos con la colocación de los tensores a cada lado del poste central, ya que esto permite que se puedan tensar los alambres guía.
Si necesitas cambiar la dirección del cercado, puedes elegir un poste de esquina galvanizado con perfil de ala. Solo tendrás que atornillarle un par de patas para que permanezca estable y tenga un mejor soporte.
Ahora, debemos recurrir a un alambre galvanizado de menor espesor de entre 1,60 o 1,80 mm para darle fuerza a la malla de simple torsión. Este alambre debe atarse cada 50 cm, aunque también se pueden emplear grapas. Como último paso, puedes instalar una cancela a la valla.
Aunque parece bastante sencillo, la mejor forma de hacer un buen trabajo con el cerramiento es contratando a profesionales con años de experiencia. Por lo tanto, tienes la opción de solicitarnos este servicio, pues contamos con una amplia variedad de medidas y modelos, así como diferentes materiales y personal altamente cualificado.